Numerosas razones te han podido llevar en tu periplo rumbo a
Tudela, desde perderte por sus rincones cargados de arte e historia, pasando por degustar su excelente gastronomía, hasta participar en sus múltiples tradiciones.
Un recorrido por el casco histórico de la ciudad te llevará hasta el Palacio Decanal, cuyos orígenes se remontan al siglo XV. Se trata de una hermosa construcción de ladrillo de traza irregular, que
linda con el magnífico claustro románico de la Catedral, junto con el que forma el Museo de Tudela. A través del Museo se puede acceder a la Catedral.
En sus salas podrás admirar
piezas de arte sacro procedentes de diversas iglesias de la ciudad tales como retablos renacentistas, imaginería religiosa de distintas épocas o delicadas piezas de orfebrería. Entre los lienzos barrocos, sobresalen los del pintor Vicente Berdusán, considerado el mejor pintor barroco navarro del siglo XVII, y en lo que concierne a los óleos sobre tabla destacan
El Juicio Final, atribuido a "El Bosco" y la tabla gótica de San Lucas.
La capilla de San Dionís, alberga ornamentos y libros sagrados de la religión judía. Asimismo, en la bodega medieval del palacio, se pueden apreciar los restos del ajuar doméstico islámico, y en el claustro de la catedral,
vestigios arqueológicos de la antigua mezquita de Tudela.